La Comunidad de Madrid enfrenta un desafío crucial ante el proyecto de Real Decreto impulsado por el Ministerio para la Transición Ecológica, el cual busca implementar nuevas medidas de eficiencia energética. Este sector, considerado infraestructura crítica para el desarrollo económico y digital, desempeña un papel central en servicios esenciales como la Tarjeta Sanitaria Virtual (TSV) y la Cuenta Digital, además de permitir gestiones y trámites digitales.
El Gobierno autonómico ha manifestado su preocupación, advirtiendo que el decreto podría socavar su liderazgo y competitividad en comparación con otras regiones europeas. Para ello, están analizando detalladamente el proyecto con el fin de presentar observaciones que eviten una posible sobrerregulación, lo que podría impactar negativamente en la competitividad del sector tecnológico en la región.
Madrid ha demostrado un crecimiento significativo en el ámbito digital. En 2024, la capacidad energética del sector aumentó un 33% en comparación con el año anterior, alcanzando los 216 Megawatios (MW). Se espera que esta cifra ascienda a 522 MW cuando las nuevas infraestructuras entren en operación. Las proyecciones son prometedoras, con expectativas de alcanzar 1,7 Gigawatios (GW) para 2030 y potencial para llegar a 3,9 GW según los proyectos en curso.
El avance no solo ha posicionado a Madrid como el hub digital más destacado del sur de Europa, sino que también le ha asegurado el quinto lugar en la eurozona, solo superado por ciudades como Londres, Fráncfort, Ámsterdam y París. Entre 2021 y 2024, la región aumentó su capacidad instalada en un impresionante 89,3%, superando a otros nodos digitales europeos.
El impacto económico y laboral es también notable. El sector actualmente genera aproximadamente 8.300 empleos en Madrid, con previsiones de incrementar esta cifra a 35.000 puestos de trabajo para 2030. Además, se anticipa una inversión total de 23.400 millones de euros en los próximos tres años, con 8.700 millones destinados a inversión directa y 14.700 millones a indirecta.
El informe subraya la importancia de una regulación equilibrada y competitiva para asegurar que la región mantenga su dinamismo y atractivo internacional. La Comunidad de Madrid se encuentra en una encrucijada, buscando proteger su ventaja competitiva sin comprometer los avances logrados en el ámbito digital.