La capital española encabeza la categoría de inclusividad ambiental en la región de Europa, Oriente Medio y África, según el reciente estudio de Cushman & Wakefield, «Inclusive Cities Barometer». El informe, presentado el mes pasado, evalúa el rendimiento de 46 ciudades en cuatro dimensiones de inclusividad: económica, social, espacial y ambiental. Este estudio busca fomentar un diálogo basado en datos sobre cómo el sector inmobiliario puede influir en la inclusión urbana, así como en el tejido social y cultural de las urbes.
Madrid ha emergido como una de las ciudades más inclusivas en la región de EMEA, destacándose especialmente en la dimensión ambiental. Iniciativas como el Bosque Metropolitano, un corredor verde de 75 kilómetros con la plantación de 1,5 millones de árboles, han jugado un papel crucial en esta distinción. Este proyecto, que ha sido respaldado por el Foro por Madrid, pretende convertirse en un nuevo «pulmón verde» para la ciudad.
El enfoque de Madrid en mejorar la conectividad y el acceso a espacios verdes, así como la reducción de la dependencia del automóvil, han sido factores determinantes en su liderazgo en inclusividad ambiental. La ciudad ha promovido el desarrollo de parques para ciclistas y peatones y ha mejorado la accesibilidad a escuelas, oficinas y al aeropuerto, lo que refleja un compromiso con la sostenibilidad y la calidad de vida urbana.
Otro proyecto destacado en el informe es Madrid Nuevo Norte, una ambiciosa iniciativa de regeneración urbana diseñada para convertirse en un entorno urbano innovador, centrado en las personas y libre de gases de efecto invernadero. Este desarrollo no solo subraya el compromiso de la ciudad con la sostenibilidad, sino que también representa un modelo de transformación urbana en línea con los objetivos de inclusividad del «Barómetro de Ciudades Inclusivas».
En resumen, Madrid se ha establecido como un líder en inclusividad ambiental en la región de EMEA, gracias a sus proyectos de sostenibilidad y su enfoque en mejorar la conectividad y el acceso a espacios verdes. Estos esfuerzos reflejan una visión integral para el futuro de la ciudad, que busca no solo mejorar la calidad de vida de sus habitantes, sino también sentar un precedente para otras ciudades en el ámbito de la inclusión urbana.
