En un esfuerzo por mejorar la calidad de vida de los ciudadanos en situación de dependencia, el Gobierno regional, a través de la Consejería de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, está llevando a cabo una ambiciosa renovación de infraestructuras sociales. Este proyecto se enmarca dentro de una serie de mejoras esenciales que se están implementando en 160 residencias y 40 centros de atención diurna, además de 100 soluciones habitacionales disponibles en 50 pisos tutelados.
El enfoque principal de estos recursos es brindar un apoyo integral a personas de más de 60 años que se encuentran en condición de dependencia, así como a quienes padecen de Alzheimer a partir de los 55 años. Los servicios ofrecidos abarcan manutención, cuidado personal, atención gerontológica y rehabilitadora, junto con asistencia psicológica, social y religiosa. Asimismo, los usuarios pueden acceder a servicios adicionales de peluquería y podología.
El proyecto de renovación, que cuenta con una inversión total de 4,5 millones de euros, tiene como objetivo primordial elevar el estándar de confort y funcionalidad en estos centros. De esta cifra, 2,6 millones de euros provenientes de fondos europeos se destinarán a la creación de unidades de convivencia reducidas, un concepto innovador que pretende fomentar un entorno más cercano y personalizado para los residentes. Además, se han reservado 1,9 millones de euros para optimizar la climatización y renovar la infraestructura de fontanería, asegurando así condiciones adecuadas tanto en invierno como en verano.
Mientras las residencias ofrecen un ambiente hogareño con servicios de alojamiento, los Centros de Día complementan su oferta con servicios de transporte para facilitar el acceso a los beneficiarios. Por otro lado, los pisos tutelados brindan una solución habitacional a ciudadanos con cierta autonomía personal que carecen de una vivienda adecuada o que no cuentan con las condiciones necesarias de habitabilidad en sus hogares actuales.
Este ambicioso plan no solo mejora las condiciones físicas de los centros, sino que también refuerza el compromiso del Gobierno regional de proporcionar un entorno digno y acogedor para una de las poblaciones más vulnerables de la sociedad. La apuesta por estas reformas demuestra una clara intención de adaptarse a las necesidades cambiantes de los usuarios, garantizando su bienestar y promoviendo una mejor calidad de vida.