El Consejo de Gobierno ha dado luz verde al nuevo contrato derivado de la modificación del proyecto constructivo de la ampliación de la Línea 11 del Metro de Madrid. Este contrato incluye cambios significativos en la ubicación de la subestación eléctrica, que se trasladará fuera de los Jardines de Palestina, y en el sistema de extracción de tierras, así como ajustes en la maquinaria necesaria para los trabajos en los cinco apeaderos de este tramo. Gracias a estas medidas, el número de árboles que será necesario talar se ha reducido en más del 50% del millar inicialmente previsto. Además, el Ejecutivo autonómico se compromete a reponer 14.000 árboles en espacios verdes municipales durante los próximos cuatro años.
Las obras de ampliación, que cuentan con un informe favorable de impacto ambiental de la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, han elevado el presupuesto destinado a la prolongación de esta infraestructura hasta los 517 millones de euros. El proyecto, que comenzó en noviembre de 2022, tiene un plazo de ejecución de 60 meses.
La Consejería de Vivienda, Transportes e Infraestructuras lidera esta ampliación que abarca casi siete kilómetros, extendiéndose desde Plaza Elíptica hasta Conde de Casal, e incluye dos nuevas estaciones en Comillas y Madrid Río. Con esta prolongación, se crea un nuevo eje transversal que busca descongestionar la Línea 6, facilitando el intercambio con múltiples líneas de Metro y generando rutas alternativas para mejorar la comunicación con las radiales.
Este proyecto también contará con conexiones significativas: la Línea 1 enlazará con los trenes de Cercanías y de Media y Larga Distancia en la estación de Puerta de Atocha, Palos de la Frontera con la Línea 3 y Conde de Casal con un nuevo intercambiador para la Línea 6. Todas estas nuevas paradas serán plenamente accesibles.
El plan completo de la ampliación de la Línea 11 contempla la unión de Cuatro Vientos con Valdebebas Norte, incrementando el suburbano madrileño en 33 kilómetros y añadiendo una veintena de estaciones que llegarán hasta la Terminal 4 del Aeropuerto Internacional Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Este ambicioso proyecto atravesará la ciudad de sur a norte, facilitando los desplazamientos de miles de ciudadanos y avanzando en el objetivo de reducir un 90% las emisiones para el año 2050 mediante el acceso a un transporte público más inteligente, sostenible y eficaz.