En una ambiciosa apuesta por mejorar la situación de menores en riesgo social y con necesidades especiales, se han aprobado dos acuerdos significativos que supondrán una inversión conjunta de 16,9 millones de euros y prometen transformar el panorama de la atención y cuidado de estos jóvenes.
El primero de estos acuerdos contempla una inversión de 11,6 millones de euros. Este presupuesto está destinado al mantenimiento de 50 plazas, distribuidas en tres centros, durante un período que se extiende desde este mes hasta el próximo 30 de junio de 2026. Los beneficiados por este recurso serán menores de entre 12 y 17 años que se encuentran en situación de guarda o tutela. Estos jóvenes presentan conductas de alto riesgo social que afectan gravemente sus patrones de comportamiento y convivencia, muchos de ellos con trastorno disocial grave y recurrente, o que necesitan programas educativos y terapéuticos específicos.
El innovador enfoque de este recurso permitirá clasificar a los menores por patologías y edades similares, facilitando una atención integral estructurada en tres fases: acogida y adaptación inicial; integración, y preparación para su salida a otros centros, a su familia o hacia una vida autónoma. La atención brindada será holística, abarcando desde el cuidado personal, control y protección, hasta asistencia educativa, rehabilitadora, terapéutica y social. Además, se ofrecerán servicios complementarios de ocio, talleres formativos y alternativas de empleo, organizando la actividad en núcleos reducidos de niños para replicar un entorno similar al familiar.
El segundo acuerdo, con una inversión de 5,3 millones de euros, marca una mejora significativa en la gestión de dos centros de acogimiento residencial específicamente para menores con discapacidad intelectual, moderada o severa. Este contrato estará vigente entre el 1 de enero de 2025 y el 31 de diciembre de 2026, ofreciendo 43 plazas para alojamiento, atención y educación dirigidas a niños de hasta 18 años bajo la protección asumida por la Dirección General de Infancia, Familia y Fomento de la Natalidad.
La intervención en estos centros será personalizada e integral, centrada tanto en cada menor como en su unidad de convivencia. Entre los servicios ofrecidos se incluye el acompañamiento en la tramitación de prestaciones o documentos de cualquier tipo y el desarrollo de estrategias para fomentar la autonomía personal de los menores. Aunque el acogimiento residencial tiene carácter temporal, se destaca que este es un recurso vital cuando no es viable proporcionar los apoyos necesarios para que los menores permanezcan en sus propias familias, mientras se trabaja en su integración sociofamiliar.
Estas inversiones reflejan un compromiso claro y sólido con la mejora de las condiciones de vida de los menores en situaciones vulnerables, sentando las bases para un futuro más esperanzador y prometedor gracias a la atención especializada y a la promoción de su autonomía e integración sociofamiliar.