En un contexto donde el turismo global enfrenta retos y fluctuaciones, Madrid ha emergido como un bastión para los visitantes internacionales durante el mes de marzo. Según el último informe del Instituto Nacional de Estadística (INE), la capital española acogió a 836.763 viajeros, registrando un total de 1.732.092 pernoctaciones. Este dinamismo se atribuye, en gran parte, al crecimiento del turismo internacional, que observó un aumento del 3,8 % en el número de viajeros y un 2,7 % en pernoctaciones. En contraste, el turismo de origen nacional experimentó una notable disminución del 10,9 % en visitantes y del 10,2 % en pernoctaciones.
A diferencia de los resultados nacionales, donde el turismo internacional decreció un 3 % en viajeros y un 5,1 % en pernoctaciones, Madrid se ha consolidado como un destino resiliente. La concejala delegada de Turismo, Almudena Maíllo, atribuye estos logros al enfoque estratégico en mercados de largo radio, como Estados Unidos, Iberoamérica y Asia. Maíllo subraya que “el trabajo para seguir creciendo en calidad está funcionando”. Los datos, según la concejala, son un testimonio de un modelo turístico sostenible y responsable.
Los turistas internacionales han sido determinantes, representando el 56,3 % de los viajeros y el 63,8 % de las pernoctaciones en el mes analizado. Estados Unidos lidera el ranking de mercados emisores, con un incremento del 11,1 % en visitantes y un 8,3 % en pernoctaciones respecto al periodo equivalente del año anterior. No obstante, el crecimiento más destacado proviene de Iberoamérica, con Brasil y Argentina incrementando sus pernoctaciones en un 28,8 % y un 26,5 %, respectivamente. Además, Asia reporta cifras prometedoras, con Japón y China incrementando sus estadías en un 19,6 % y un 10,4 %.
Este auge del turismo internacional reforzó la necesidad de ampliar el talento humano en el sector hotelero de Madrid, incrementando su plantilla en un 9 %, alcanzando así los 14.349 trabajadores contratados. Estos números reflejan no solo el impacto directo del turismo en la economía madrileña, sino también su papel como fuente de empleo estable y de calidad.
El alto grado de ocupación, que alcanzó un 60,2 % en plazas y un impresionante 73,8 % en habitaciones, subraya la importancia de este sector como pilar económico. Según Maíllo, “el sector hotelero es sinónimo de empleo y desarrollo económico para Madrid”, confirmando que el modelo turístico madrileño continúa siendo un ejemplo de cómo la planificación estratégica puede traducirse en beneficios económicos concretos para la ciudad y sus habitantes.