El Protocolo por Contaminación fue activado por última vez en diciembre de 2021, medida que se adoptó ante los altos índices de polución en la ciudad de Madrid. Durante este episodio, el Ayuntamiento impuso restricciones al tráfico de vehículos, especialmente para aquellos que no cumplían con ciertas normativas medioambientales. Este protocolo es un mecanismo que se despliega cuando los niveles de dióxido de nitrógeno superan los límites establecidos, con el objetivo de reducir la contaminación del aire y proteger la salud de los ciudadanos. La activación de diciembre de 2021 reflejó una situación de emergencia ambiental que llevó a las autoridades a tomar decisiones rápidas para mitigar los efectos negativos del aire contaminado.
Desde la implementación del protocolo, se realizaron controles en diferentes puntos de la ciudad para garantizar que los automóviles respetaran las restricciones impuestas. Este dispositivo forma parte de las medidas del consistorio madrileño para mejorar la calidad del aire, en línea con sus compromisos de sostenibilidad y salud pública. Sin embargo, la reactivación del protocolo en 2021 puso de manifiesto la persistencia de problemas estructurales relacionados con la contaminación en la capital, que han sido objeto de debate tanto en la esfera política como entre la ciudadanía, quienes demandan acciones a largo plazo para lograr un entorno más limpio y saludable.
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