La Casa de la Villa de Madrid ha acogido con entusiasmo la tradicional jornada de convivencia de las candidatas a reina y damas de honor de las fiestas de Elche, en un evento que refuerza los lazos culturales y festivos entre ambas ciudades. Presidido por Borja Fanjul, presidente del Pleno del Ayuntamiento de Madrid, el encuentro ha contado con la presencia del alcalde de Elche, Pablo Ruz, y una nutrida delegación ilicitana.
El acto, celebrado en el emblemático Patio de Cristales, constituyó una ocasión propicia para celebrar la rica herencia cultural de Elche, cuya fiesta en honor a Nuestra Señora de la Asunción, la patrona de la localidad, cobra vida cada 15 de agosto. Fanjul, en su discurso de bienvenida, infundió ánimo y auguró buena suerte a las 29 candidatas adultas y 30 infantiles presentes. «Vestir el traje de festera es un honor y representa la esencia de vuestras comunidades, ya sea una pedanía, el campo o el barrio», señaló el político madrileño, enfatizando el orgullo de participar en un evento de tal tradición y significado.
Junto al liderazgo del alcalde Ruz, la comitiva estuvo compuesta por figuras destacadas de Elche, incluyendo a Inmaculada Mora, concejala de Festejos y Sanidad, e Irene Ruiz, responsable de Turismo y Cultura. También asistieron la reina y las damas de honor del año anterior, miembros del jurado, y representantes de la Federación Gestora de Festejos Populares y la Unión de Festeros del Campo de Elche. Esta amalgama de participantes se congrega anualmente en una ciudad distinta para llevar a cabo este encuentro esencial en el proceso de selección de las representantes festivas.
La jornada de convivencia se considera un momento crucial dentro del calendario festivo ilicitano, pues permite el intercambio de experiencias, enriqueciendo la identidad cultural de sus participantes. De este convivio surgirán la reina y dos damas de honor en ambas categorías, adultas e infantiles, quienes asumirán el rol de embajadoras de las fiestas patronales. Al destacar la extraordinaria historia de Elche y la cordialidad de su gente, Fanjul estableció un puente de amistad entre ambas ciudades, consolidando Madrid como un anfitrión excepcional para este colorido preludio de las festividades que animan a Elche cada verano.