El Real Madrid se mantiene imbatible en el WiZink Center, extendiendo su invicto en la Liga ACB por más de un año. El Valencia Basket, uno de los equipos revelación de la temporada, no logró romper la racha al caer 89-75 en el primer partido de la final. La sólida defensa del conjunto madrileño, liderada por el entrenador Chus Mateo, fue clave para quebrar la habitual ofensiva del Valencia. Durante el encuentro, el equipo blanco mostró un juego coral que compensó la falta de protagonismo de sus estrellas habituales como Facu Campazzo y Mario Hezonja. En su lugar, jugadores como Sergio Llull y Andrés Feliz tomaron las riendas del ataque, aprovechando las oportunidades creadas frente a un rival que encontró pocas brechas en la defensa local.
El Valencia Basket, a pesar de su habilidad en el tiro de tres puntos y un tercer cuarto prometedor liderado por Brancou Badio, no pudo mantener la compostura ante la versatilidad del Real Madrid. El equipo de Pedro Martínez mostró una dependencia excesiva en acciones individuales, especialmente con un Jean Montero deslucido, lo que contrastó con la cohesión del equipo madrileño. Aunque jugadores como Matt Costello y Simon Birgander intentaron mantener al Valencia en el juego, la falta de adaptación y flexibilidad en el estilo terminó condenándolos. El Real Madrid, en cambio, se adaptó de manera efectiva, gestionando el ritmo del partido y destacándose por su inteligencia táctica, lo que les permitió asegurar una ventaja temprana en la serie final.
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