La ciudad de Madrid concluye el año con un notable incremento de propiedades bajo el régimen de arrendamiento, alcanzando un total de más de 9.200 inmuebles. Este incremento refleja un creciente interés por parte de propietarios y arrendatarios en optar por este tipo de acuerdos, posiblemente motivado por los cambios en las dinámicas laborales como el aumento del teletrabajo y la búsqueda de opciones de vivienda más flexibles ante la inestabilidad económica. Las cifras son un indicador del dinamismo del mercado inmobiliario en la capital española, que ha conseguido sortear algunos de los efectos adversos provocados por la pandemia y las fluctuaciones del mercado en otras ciudades.
Expertos en el sector señalan que este aumento en los alquileres podría también estar impulsado por las políticas municipales que favorecen la movilidad de la población y promueven el acceso a la vivienda en áreas anteriormente menos demandadas. Sin embargo, con el crecimiento en la demanda de alquileres, surgen preocupaciones sobre la posibilidad de un incremento en los precios, lo cual podría afectar a los residentes de menor poder adquisitivo. El Ayuntamiento de Madrid ha anunciado que continuará supervisando las tendencias en el mercado de arrendamientos para asegurar que los habitantes tengan acceso a opciones de vivienda asequibles, manteniéndose en consonancia con las necesidades de la población. El futuro de este sector en la capital estará ligado a la capacidad de adaptación de las políticas urbanas a las realidades económicas y sociales emergentes.
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