El presidente ruso ha rechazado rotundamente la posibilidad de implementar una tregua temporal en el conflicto actual, señalando que cualquier solución debe ser «a largo plazo». Durante una conferencia de prensa, enfatizó la necesidad de establecer acuerdos duraderos que puedan garantizar la estabilidad y seguridad en la región, subrayando que medidas superficiales solo postergarían el problema sin resolver las causas subyacentes. Según indicó, solo un enfoque integral y sostenible puede asegurar un futuro pacífico.
En contraste con las opiniones de algunos líderes internacionales que abogan por ceses temporales de hostilidades como un primer paso hacia la paz, el mandatario ruso insiste en que estos enfoques son insuficientes. Argumenta que las soluciones rápidas no abordan las complejidades del conflicto y podrían incluso agravar las tensiones a largo plazo. La postura del presidente refleja un compromiso con estrategias que priorizan la durabilidad y efectividad, y su rechazo a medidas que considera meros paliativos a una situación intrincada.
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