El presidente de Francia, Emmanuel Macron, se dirigió a la nación desde el Palacio del Elíseo tras la exitosa moción de censura que forzó la dimisión del primer ministro Michel Barnier. En su mensaje, Macron descartó su propia renuncia y anunció la formación de un nuevo «gobierno de interés general» en los próximos días. Culpa a la oposición por la caída del gobierno y por sembrar el «desorden» en el país. A pesar de las tensiones, reafirma su compromiso de permanecer en el cargo hasta el final de su mandato en 2027. El presidente destacó que el próximo primer ministro deberá liderar un gobierno que represente a todas las fuerzas políticas, con el objetivo inmediato de aprobar una ley de emergencia para mantener el presupuesto actual hasta 2025 y evitar un cierre del gobierno.
La crisis política ha incrementado las dudas sobre la capacidad de Macron para manejar la situación, especialmente tras su decisión de convocar elecciones parlamentarias anticipadas el pasado verano, después de un revés electoral en el Europarlamento. La controversia se ha visto alimentada por el uso del artículo 49.3 de la Constitución para eludir votaciones en la Asamblea Nacional, una medida legal pero rara vez utilizada. Este procedimiento permitió a Barnier intentar imponer su presupuesto mediante una medida que desencadenó dos mociones de censura. La aprobación de la moción del partido de extrema izquierda, apoyada por el partido de Marine Le Pen, resultó en la destitución del gobierno, hecho que no se producía desde 1962. Mientras Francia enfrenta este panorama, Macron insiste en que los legisladores deben colaborar y trabajar juntos al servicio del país.
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