El panorama político en Francia enfrenta incertidumbre mientras el primer ministro, François Bayrou, se prepara para someterse a una moción de confianza que él mismo convocó. La situación ha dejado al gobierno en un punto crítico, ya que su mandato parece estar en un desenlace inminente. La expectativa gira ahora en torno a quién lo sucederá, con la posibilidad de que el Partido Socialista asuma el liderazgo por primera vez desde 2017, al final de la presidencia de François Hollande. Este cambio podría representar una salida del estancamiento político tras unas elecciones legislativas que dejaron una Asamblea Nacional fragmentada.
La crisis no solo ha afectado al primer ministro, sino que también ha socavado la popularidad del presidente Emmanuel Macron, que enfrenta una de sus tasas de aprobación más bajas desde 2017. La discusión sobre el futuro liderazgo incluye diferentes visiones dentro de la derecha, mientras el presidente busca pactos con el Partido Socialista para estabilizar el gobierno. Mientras tanto, los movimientos dentro de Los Republicanos reflejan divisiones internas, con algunos líderes dispuestos a evitar una inestabilidad política mayor. La próxima semana, con la moción de confianza, será crucial para definir el camino que tomará el gobierno francés en este periodo complicado.
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