En medio de un clima político tenso, el presidente ha recibido en el Palacio del Elíseo a los líderes de las dos cámaras legislativas. Este movimiento se produce en un contexto complejo, marcado por crecientes críticas de su gestión y demandas de dimisión procedentes incluso de sus propios aliados políticos. La reunión busca abordar las preocupaciones sobre la estabilidad gubernamental y responder a las presiones internas que han suscitado debates públicos sobre la efectividad del Ejecutivo en afrontar retos actuales del país.
Las tensiones han escalado, reflejando una fractura dentro del partido político del presidente y generando dudas sobre su liderazgo. Se espera que estas conversaciones en el Elíseo, realizadas a puerta cerrada, sean clave para delinear estrategias políticas y unificar fuerzas en un momento en que la cohesión del gobierno se ve amenazada. La situación ha captado la atención internacional, ya que el resultado de estas discusiones podría redefinir el rumbo político del país en los próximos meses.
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