El Gobierno de Claudia Sheinbaum ha diseñado un plan ambicioso para transformar a Petróleos Mexicanos (Pemex) en una empresa financieramente autosuficiente en menos de dos años. Este programa, presentado por las secretarías de Energía, Hacienda y la dirección de Pemex, tiene una hoja de ruta de 10 años que busca recuperar la soberanía energética y establecer una planificación estratégica sólida. Pemex, actualmente la petrolera más endeudada del mundo con pasivos que superan los 120,000 millones de dólares, enfrentará el desafío de aumentar su producción de crudo y gas natural. La secretaria de Energía, Luz Elena González, destacó la importancia de reintegrar la capacidad de planeación del Estado, después de un período de «desmantelamiento» antes del gobierno actual.
El plan también contempla la participación de empresas privadas bajo un esquema de asociación mixta, el cual busca balancear soberanía y competitividad en el sector energético. Se han ideado instrumentos financieros, incluido un fondo de inversión para Pemex, que protegerán las inversiones estratégicas y garantizarán la producción. A pesar de las deudas, el optimismo predomina, con una estrategia flexible que se adaptará a las señales del mercado. El objetivo es mantener una plataforma de producción estable y recuperar áreas como la petroquímica y la autosuficiencia en fertilizantes, en paralelo a una transición energética. La iniciativa también aborda la corrupción dentro de Pemex, prometiendo medidas estrictas para frenar el robo de combustible y mejorar la transparencia, todo mientras se respeta el medio ambiente y se rechaza la práctica del fracking.
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