En un esfuerzo por aliviar la carga fiscal sobre los ciudadanos de ingresos bajos y medios, el gobierno de Brasil ha anunciado que aquellos que perciban hasta 5.000 reales mensuales (aproximadamente 815 euros) estarán exentos del pago del impuesto sobre la renta. Esta medida forma parte de una serie de reformas fiscales que la administración actual está implementando para fomentar el consumo interno y revitalizar la economía del país. Según fuentes gubernamentales, la iniciativa busca no solo aumentar el poder adquisitivo de una gran parte de la población, sino también reducir la desigualdad económica y equilibrar la distribución de ingresos en Brasil.
Expertos en economía han dado la bienvenida a esta medida, argumentando que podría significar un alivio significativo para millones de brasileños que enfrentan dificultades económicas. Sin embargo, algunos críticos han expresado preocupación sobre el posible impacto en los ingresos fiscales del gobierno, señalando la necesidad de encontrar un equilibrio para financiar otros gastos públicos vitales. Mientras los ciudadanos esperan la implementación completa de esta medida, el gobierno continúa ajustando su marco fiscal, prometiendo seguir buscando maneras de estimular la economía sin comprometer las finanzas del Estado.
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