Las elecciones municipales en Brasil, a celebrarse en el futuro cercano, son vistas como un importante barómetro de cara a las próximas elecciones presidenciales de 2026. En un panorama político marcado por la inhabilitación de Jair Bolsonaro, quien no podrá participar en la arena electoral hasta 2030, las fuerzas políticas centran su atención en la posibilidad de una nueva candidatura de Luiz Inácio Lula da Silva. A sus 81 años, Lula podría optar por buscar un cuarto mandato, lo que sumaría un elemento de interés en la dinámica política del país sudamericano. Analistas destacan que las municipales ofrecerán una imagen más clara sobre las inclinaciones políticas del electorado y el estado de las coaliciones, proporcionando indicios sobre la dirección que podría tomar Brasil en el próximo ciclo presidencial.
En este contexto, los partidos políticos se preparan para medir sus fuerzas y afinar sus estrategias mediante la elección de cargos locales, lo que podría proporcionar un trampolín o un baluarte para sus perspectivas nacionales. A pesar de su inhabilitación, la influencia de Bolsonaro sigue presente y podría verse reflejada en el desempeño de los candidatos afines a su corriente ideológica. Por otro lado, Lula busca consolidar su legado y decidir si dará un paso al frente como figura eminente en los comicios de 2026. Con este telón de fondo, el escenario político brasileño se perfila como una intrincada red de alianzas y rivalidades que definirá el rumbo del país a medio plazo.
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