El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha anunciado el «Plan Brasil Soberano», una medida destinada a apoyar a las empresas exportadoras afectadas por los aranceles del 50% impuestos por Estados Unidos. Este paquete, que asciende a unos 30,000 millones de reales (5,000 millones de dólares), incluye créditos, aplazamientos fiscales y exenciones, y busca contrarrestar el impacto de las sanciones que afectan principalmente al café y la carne. El decreto es una respuesta a lo que Lula percibe como una táctica de presión política por parte de Donald Trump, quien intenta influir en el proceso judicial contra el expresidente Jair Bolsonaro. Lula ha negado que el juicio sea arbitrario y ha mostrado su disposición a negociar con la Casa Blanca.
En un intento por mitigar el impacto de los aranceles, Lula busca diversificar los destinos de las exportaciones brasileñas, habiendo iniciado conversaciones con líderes de China, Rusia, India y Sudáfrica. Además, ha enfatizado su interés en mantener abiertas las líneas de comunicación con la administración Trump, evitando represalias que puedan deteriorar aún más las relaciones bilaterales. Mientras tanto, el juicio contra Bolsonaro avanza hacia su fase final, con alegaciones de ilegalidades por parte del juez Alexandre de Moraes, objeto de sanciones por parte de Estados Unidos. El saldo comercial entre ambos países sigue favoreciendo a Estados Unidos, lo que incrementa la presión sobre el gobierno brasileño para encontrar nuevas soluciones diplomáticas y comerciales.
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