El Sevilla logró una victoria crucial al imponerse 2-1 al Girona, en un partido que destacó por la sobresaliente actuación de Saúl Ñíguez y un gol decisivo de Dodi Lukébakio en el último minuto. El equipo hispalense, que había tenido dificultades para superar al Girona en sus seis encuentros anteriores, consiguió finalmente revertir la tendencia gracias a una mayor consistencia en su juego durante la segunda mitad. A pesar de comenzar perdiendo con un gol de Arnau Martinez en el minuto 35, el Sevilla logró empatar al convertir un doble remate de Saúl en el minuto 58, antes de que Lukébakio sellara el triunfo al recibir una asistencia del propio Saúl y definir con destreza frente al arquero adversario.
Durante la primera mitad, el Girona mantuvo una ventaja que no reflejaba del todo su desempeño en el campo, destacando las intervenciones del portero Paulo Gazzaniga, quien detuvo un penalti y varias acciones peligrosas del Sevilla. Sin embargo, el planteamiento táctico de García Pimienta permitió al equipo andaluz dominar en el mediocampo y atacar con eficacia por las bandas. El Sevilla mostró su capacidad de reacción pese a no haber ganado previamente en la liga después de recibir el primer gol en once partidos. Este triunfo supone un incremento significativo en la moral del equipo, acercándolos a la parte media de la tabla con 26 puntos y dejando al Girona en una situación comprometida en sus aspiraciones europeas.
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