En los últimos dos meses, el mundo del deporte de élite está siendo sacudido por una serie de robos que han tenido como objetivo las residencias de destacados deportistas. El incidente más reciente se produjo este fin de semana, cuando la casa de un destacado jugador de baloncesto de la NBA fue asaltada mientras el deportista se encontraba fuera de la ciudad. Según los informes, los asaltantes lograron llevarse joyas valoradas en aproximadamente 30,000 dólares. Este es el sexto caso similar en un periodo de apenas dos meses, lo que ha encendido las alarmas tanto en las fuerzas de seguridad como en la comunidad deportiva, que ahora se encuentra en alerta máxima.
La policía se encuentra investigando estos robos como parte de una aparente ola de crímenes dirigida específicamente a las propiedades de deportistas de alto perfil. Aunque no se han hecho arrestos significativos hasta el momento, las autoridades han intensificado las medidas de seguridad y han instado a esta comunidad a tomar precauciones adicionales. Se baraja la posibilidad de que los ladrones estén siguiendo un patrón claro, aprovechando las ausencias de los deportistas durante sus compromisos profesionales. Mientras la investigación sigue su curso, existe una creciente preocupación por el impacto emocional y la sensación de vulnerabilidad que estos ataques están provocando en estos atletas y sus familias.
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