Luis Enrique ha logrado un hito histórico al guiar al Paris Saint-Germain (PSG) a su primera victoria en la Champions League, consolidándose como un auténtico arquitecto del equipo. En la final de Múnich, su táctica audaz y su liderazgo transformaron al PSG en un conglomerado cohesionado y vibrante, que enamoró tanto a seguidores como a críticos. Jugadores como Vitinha, Neves y Pacho florecieron bajo su mando, destacando por su bravura y solidaridad. Durante la celebración, los aficionados tributaron un emotivo homenaje a Luis Enrique desplegando una pancarta que lo mostraba con su hija Xana, fallecida en 2019, reafirmando la conexión emocional entre el técnico y la hinchada.
A sus 55 años, Luis Enrique ha establecido una nueva era para el PSG, inspirando a millones en el área metropolitana de París. Aunque comunicándose en francés en privado, su carisma y estilo han proliferado entre los seguidores del PSG, convirtiéndolo en una figura icónica. Durante los festejos, no solo celebró el título, sino también rindió homenaje a su hija, llevando una camiseta de la Fundación Xana. Con su victoria, Luis Enrique reafirma su ambición de seguir cosechando trofeos, como el próximo Mundial de Clubes, consolidando aún más su legado en el fútbol internacional.
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