En un contexto marcado por la inminente reforma para reducir la jornada laboral impulsada por el Gobierno de Yolanda Díaz, España enfrenta un reto adicional: el absentismo laboral ha alcanzado cifras sin precedentes. El más reciente informe de la patronal de mutuas, Asamat, revela que en 2024 se contabilizaron más de 8 millones de bajas laborales, lo que representa un incremento del 7% en comparación con el año previo y un alarmante aumento del 121% respecto a hace una década.
Luis Collado, quien preside la Asociación de Empresas del Metal (AECIM), junto a Marola Balmes, de Industrias Balmes, han expresado su preocupación por el impacto que esta tendencia tiene sobre las empresas. «Es imperativo reformar este ámbito para alcanzar un equilibrio entre el bienestar de los trabajadores y la viabilidad de las empresas», subraya Collado.
Industrias Balmes, localizada en Madrid y con un equipo de 43 trabajadores, ha reportado un absentismo del 6,8% en horas laborales, afectando mensualmente entre el 15% y el 20% de su plantilla. Balmes agrega que «la ausencia de trabajadores, ya sea por algunas horas o varios días, afecta directamente la productividad y estabilidad».
El problema se extiende a empresas de mayor tamaño como Covama, con 270 empleados y un índice de absentismo del 6,5%, reflejando una tendencia que alarma a nivel nacional. España se sitúa a la cabeza en índices de absentismo laboral dentro de Europa, convertida en un desafío crítico para las compañías.
Datos del Observatorio de Asepeyo indican que el 2% de los trabajadores acaparan el 26% de las bajas, con tres o más ausencias al año. Más de la mitad de quienes se ausentaron en 2024 tenían menos de 50 años y llevaban menos de tres años en sus respectivos puestos.
El impacto económico del absentismo es notable: ha duplicado sus costos en seis años, superando los 5.000 millones de euros sólo en Madrid, mientras que a nivel nacional asciende a 28.000 millones de euros. «Esta situación es insostenible. Las empresas requieren medidas efectivas que aseguren su operatividad sin comprometer los derechos laborales», enfatiza Collado.
Entre las causas más comunes de baja se encuentran condiciones oncológicas, cardiacas, traumatológicas y psiquiátricas. No obstante, la creciente tasa de ausencias lanza una sombra sobre la competitividad de las empresas españolas, subrayando la urgencia de encontrar soluciones que beneficien tanto a empleados como empleadores.