El estado de Luisiana ha reportado la primera muerte por gripe aviar en Estados Unidos, un hombre mayor de 65 años que contrajo el virus H5N1 tras exponerse a aves muertas en su jardín. Esta muerte ha despertado preocupación a nivel nacional, aunque las autoridades de salud han asegurado que no hay evidencia de transmisión de humano a humano. California, otro estado afectado, ha declarado el estado de emergencia debido al riesgo potencial de una epidemia, ya que ha registrado 37 casos de humanos infectados, en su mayoría personas en contacto con ganado. A pesar de estas cifras, el riesgo para la población general se considera bajo.
En respuesta a la amenaza potencial, el gobierno de Joe Biden ha destinado 300 millones de dólares para preparar al país frente a un posible escenario pandémico. Estos fondos se utilizarán para reforzar hospitales, terapias tempranas, diagnósticos e inmunizaciones, con el objetivo de tener una reserva de diez millones de dosis contra la cepa H5N1 para la primavera. Las medidas del gobierno, sin embargo, han recibido críticas por su insuficiencia, especialmente en lo que respecta a la transmisión entre animales. Expertos señalan que se necesita un mayor compromiso para prevenir y responder a esta amenaza, destacando que el virus está presente en aves de corral en todos los estados del país.
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