El equipo Shaq’s OGs, liderado por estrellas veteranas de la NBA como Stephen Curry y Kevin Durant, se proclamó campeón de la 74ª edición del All-Star de la NBA, celebrada en San Francisco. Este año, el evento presentó un innovador formato de ‘final four’, que culminó con la victoria decisiva de Shaq’s OGs sobre los Chuck’s Global Stars por 41-25. Con Curry actuando como anfitrión en su cancha del Chase Center y llevándose el premio al Jugador Más Valioso (MVP) por segunda vez, el encuentro sirvió más como un espectáculo que como una competencia serie. A pesar de la presencia de importantes figuras internacionales en el equipo rival, liderado por Charles Barkley, la falta de intensidad competitiva fue evidente a lo largo de los partidos.
La NBA intentó revitalizar el interés en su clásico All-Star al introducir un nuevo formato y añadir incentivos económicos sustanciales para los participantes. Sin embargo, este esfuerzo por incrementar la competitividad no logró el impacto esperado, ya que el torneo careció del nervio que sus organizadores esperaban. La final, que se esperaba mostrara algo de tensión al convertirse en un duelo simbólico entre Estados Unidos y el resto del mundo, resultó ser otra ‘pachanga’ con defensas laxas. A pesar de algunos momentos destacados, como los triples de Curry y las intervenciones del novato Victor Wembanyama, la experiencia reafirmó el desafío continuo para la NBA de encontrar una fórmula que vuelva a encender la chispa de este evento tan icónico. Mientras tanto, los jugadores de Shaq’s OGs se llevaron a casa 125.000 dólares cada uno por su victoria en este evento de perfil bajo.
Leer noticia completa en 20minutos.