Las fuerzas combinadas de yihadistas y rebeldes sirios han logrado avanzar hacia Damasco tras diez días de ofensiva desde el noroeste del país. El líder del grupo yihadista Hayat Tahrir Al Sham, Abú Mohamed al Golani, ha declarado el inicio de la «etapa final» del cerco a la capital, con fuerzas de oposición situadas a solo diez kilómetros de la ciudad según observadores locales, aunque el ejército sirio asegura que estas afirmaciones son parte de una «falsa campaña mediática». El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos confirma que las fuerzas de la oposición han alcanzado Artuz, además de acercarse desde la provincia de Deraa, intensificando la presión sobre el régimen de Bashar al Assad.
Mientras tanto, el gobierno sirio niega las especulaciones sobre la deserción masiva de sus tropas hacia Irak y asegura que las operaciones en el sur y noroeste del país continúan de acuerdo con planes militares internos. Rumores sugieren que Al Assad había considerado abandonar Siria luego de recomendaciones de Egipto y Jordania para formar un gobierno en el exilio, información que ha sido desmentida rotundamente por las autoridades sirias. La presidencia asegura que tales rumores, considerados un intento de desestabilización, forman parte de una estrategia continua para socavar la confianza en el régimen, confirmando que Al Assad permanece en Damasco cumpliendo con sus funciones.
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