El primer ministro de Georgia, Irakli Kobajidze, ha criticado duramente a la oposición política tras las recientes elecciones parlamentarias, en las que el partido gobernante Sueño Georgiano obtuvo la mayoría absoluta con un 54% de los votos. Kobajidze acusó a los grupos opositores de engañar a sus seguidores y no aceptar su derrota electoral, un patrón que, según él, se repite desde la disputa en los comicios de 2020. Frente a críticas y acusaciones de fraude electoral hechas por la oposición, Kobajidze defendió el sistema de votación, asegurando que está diseñado para evitar manipulaciones. Los bloques opositores Coalición por los Cambios y Unidad, junto con otros, apenas obtuvieron porcentajes significativos, lo que reafirma el dominio del partido gobernante.
En medio de crecientes tensiones con Occidente, Kobajidze ha manifestado la intención de Sueño Georgiano de mantener un rumbo hacia la integración europea, a pesar de las críticas por una aparente aproximación al Kremlin. La oposición, junto con Estados Unidos y la Unión Europea, ha expresado preocupación ante lo que consideran movimientos prorrusos del gobierno, exacerbados por leyes aprobadas que califican de represivas. En este contexto, el primer ministro ha minimizado las amenazas de protestas opositoras, asegurando que la oposición carece de fuerza significativa. A pesar de las controversias, Kobajidze afirma que los resultados de las elecciones refuerzan un mandato claro hacia la paz y el avance europeo, un mensaje clave para el futuro georgiano en la región.
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