El problema del billar de Sinái ha generado observaciones sobre la dificultad de mantener medidas proporcionales precisas debido a trayectorias caóticas, según el comentarista Salva Fuster. Francisco Montesinos analizó la imagen en un espejo circular, señalando que las ondas reflejadas pueden causar una imagen distorsionada y fluctuante, potencialmente desorientadora para un observador. Además, se destacó a Grigori Perelman, el matemático ruso que rechazó un millón de dólares tras demostrar la conjetura de Poincaré, y se recordó la contribución de su padre, Yákov Isidorovich Perelman, en la divulgación científica. En una de sus obras, Yákov plantea de manera intrigante la comparación entre la sombra de un dirigible y la del avión.
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