El queratocono es una enfermedad ocular poco frecuente que se manifiesta desde la infancia y se distingue por un afinamiento y abombamiento progresivo de la córnea, lo que ocasiona una distorsión visual significativa. Entre los síntomas más característicos se encuentran el frotamiento compulsivo de los ojos y cambios constantes en la graduación de la vista, lo que puede llevar a una visión borrosa y astigmatismo irregular. Los pacientes con queratocono suelen experimentar dificultades significativas para realizar tareas cotidianas que requieren una agudeza visual adecuada, y a menudo necesitan ajustes frecuentes en sus gafas o lentes de contacto.
El manejo del queratocono se centra en frenar la progresión de la enfermedad y mejorar la calidad visual del paciente. Las opciones de tratamiento incluyen el uso de lentes de contacto especiales y procedimientos quirúrgicos como el crosslinking del colágeno corneal, que tiene como objetivo fortalecer la córnea para prevenir su deformación posterior. En casos más avanzados, podría ser necesaria una intervención quirúrgica mayor, como el trasplante de córnea. Dada su naturaleza progresiva, el diagnóstico temprano es crucial para implementar un plan de manejo efectivo y mejorar el pronóstico visual a largo plazo.
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