El fallecimiento del pontífice ha dado inicio a una serie de ceremonias religiosas que culminarán con el cónclave para elegir a su sucesor. Nueve misas se llevarán a cabo en su honor, comenzando con el funeral que tuvo lugar el sábado pasado. Estas misas no solo sirven como homenaje, sino también como una cuenta atrás litúrgica que prepara a la Iglesia para el comienzo de un nuevo capítulo en su historia. La última misa está programada para el 4 de mayo, un día antes de que se reúnan los cardenales para iniciar el cónclave.
El ambiente en el Vaticano es de recogimiento y respeto, con una destacada presencia de fieles y autoridades religiosas que han acudido a rendir tributo a la figura del fallecido pontífice. Se espera que el cónclave comience inmediatamente después de las ceremonias, posiblemente el 5 de mayo. Este evento atraerá la atención mundial mientras los cardenales deliberan en secreto sobre quién será el próximo líder de la Iglesia Católica. La sucesión en el papado es un momento crucial que influye en millones de creyentes en todo el mundo, marcando el rumbo de la institución para los próximos años.
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