En un sorprendente giro de los acontecimientos en las semifinales de la Conferencia Este de la NBA, los New York Knicks vencieron a los Boston Celtics en el TD Garden, remontando una desventaja de 20 puntos a mediados del tercer cuarto. Liderados por Jalen Brunson, quien acumuló 29 puntos, los Knicks se impusieron en la prórroga con un marcador final de 105-108. El equipo neoyorquino mostró una notable eficacia en los tiros de tres puntos, con un porcentaje del 45,9%, fundamental para neutralizar la ventaja inicial de los Celtics en rebotes y posesiones. Boston, por su parte, desperdició numerosos lanzamientos desde la distancia, a pesar de los 60 intentos registrados, un récord en los playoffs, logrando solo un 25% de acierto.
El juego estuvo repleto de emociones y tensión, con ambos equipos igualando el marcador repetidamente. A pesar de tener el control en gran parte del partido, los Celtics no pudieron mantener su liderazgo, especialmente después de la lesión de Kristaps Porziņģis, quien se retiró del encuentro tras solo 13 minutos en cancha. La sólida defensa de los Knicks, evidenciada por sus 10 robos, y un ataque encabezado también por OG Anunoby y Mikal Bridges, resultaron decisivos en los momentos cruciales. El segundo encuentro de la serie se disputará nuevamente en Boston, donde los Knicks continuarán su aspiración de llegar a la final de conferencia, un hito que no alcanzan desde el año 2000.
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