El Valencia consiguió una victoria crucial ante el Leganés en su lucha por mantenerse en la Primera División, destacando en un partido en el que superó a su rival directo por 2-0. Con este resultado, el equipo de Carlos Corberán ha logrado tres triunfos consecutivos en Mestalla, lo que ha revitalizado tanto al equipo como a su afición, que ha recuperado la fe en la salvación. Los goles de Christian Mosquera y Mouctar Dikhaby en la primera mitad reflejaron un cambio significativo en la dinámica del equipo, que, hasta hace poco, parecía estar encaminado hacia el descenso. La emoción fue palpable, especialmente para Dikhaby, quien marcó después de casi un año alejado por lesión, celebrando entre lágrimas mientras el estadio coreaba su nombre.
Desde la llegada de Corberán, el Valencia ha experimentado una transformación notable, consolidando su once inicial y mostrando una mayor consistencia en el juego. La victoria fue un golpe doble para el Leganés, ya que no solo perdieron los puntos, sino también el diferencial de goles en los enfrentamientos directos, complicando aún más su propia lucha contra el descenso. A pesar del intento del equipo de Borja Jiménez por revertir el marcador en los últimos minutos, el esfuerzo resultó insuficiente. El Valencia mostró una defensa más sólida y un mediocampo que, liderado por Luis Rioja, ha pasado de ser un punto débil a una fortaleza del equipo. Aunque el Valencia sigue en puestos de descenso, este triunfo reafirma la confianza en su posible salvación.
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