Durante la noche, 18 dotaciones de Bomberos de la Comunidad de Madrid, junto con Agentes y Brigadas Forestales, trabajaron sin descanso en la vigilancia y control del incendio que afecta a la región. El objetivo principal fue asegurar el perímetro exterior de las llamas, evitando su propagación a zonas residenciales o áreas de mayor riesgo. Las condiciones climáticas adversas, como los vientos y el calor, complicaron las labores de contención, aunque los equipos en el terreno han logrado mantener el fuego bajo un monitoreo constante y eficiente.
Las autoridades locales, en colaboración con los cuerpos de emergencia, han establecido un centro de coordinación para gestionar la situación y evaluar la necesidad de posibles evacuaciones. Se ha pedido a la población que siga las indicaciones oficiales y se mantenga alejada de las áreas afectadas. Aunque el incendio aún no está controlado en su totalidad, la respuesta rápida y coordinada de los servicios de emergencia ha sido clave para minimizar el impacto del siniestro en la región. Los esfuerzos continúan con la expectativa de lograr una contención total en las próximas horas.
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