En un entorno empresarial cada vez más complejo, la adopción de tecnologías avanzadas, como la conectividad en la nube, se ha vuelto crucial para el éxito de las grandes empresas. Según varios estudios, se estima que el 75% de las grandes empresas estarán operando en un entorno híbrido o multicloud durante 2024. Esta tendencia pone de manifiesto la importancia de saber navegar por la complejidad multicloud y cómo las organizaciones pueden aprovechar las ventajas que ofrecen estas tecnologías.
La conectividad gestionada en la nube emerge como una herramienta poderosa para las empresas. En este contexto, es plausible cuestionar si las empresas españolas deberían externalizar la gestión de su conectividad a expertos líderes en este campo, en lugar de sobrecargarse internamente. Un análisis reciente de InterCloud, proveedor líder europeo de servicios de interconexión a la nube, desvela los principales desafíos que enfrentan las empresas españolas en la gestión multicloud.
Uno de los retos más significativos es la complejidad que conlleva manejar diversas infraestructuras cohesionadas. Gartner predice que más del 75% de las grandes empresas ejecutarán un entorno híbrido o multicloud en 2024. Este enfoque flexible evita la dependencia de un solo proveedor y permite una optimización de la infraestructura basada en las necesidades específicas de cada organización.
La gestión de costes en la nube se convierte en una cuestión crítica. La naturaleza elástica de la nube permite la escalabilidad, pero también puede generar gastos excesivos si no se maneja adecuadamente. Los diferentes modelos de precios de cada proveedor complican la comparación y optimización de costes, lo que puede afectar la rentabilidad y obstaculizar la innovación empresarial.
Asimismo, con el 50% de los datos gestionados por las empresas fuera de los centros de datos o nubes para 2025, surge la necesidad de un replanteamiento estratégico del procesamiento y almacenamiento de datos. La dispersión de datos y aplicaciones incrementa el riesgo de brechas de seguridad. La falta de una visión unificada de la postura de seguridad, una gestión de políticas inconsistente y el riesgo de incumplimiento normativo son los tres retos más importantes en este contexto. La solución pasa por una nube unificada que ofrezca visibilidad centralizada, gestión de políticas unificada y automatización de la seguridad.
Otro aspecto crucial es el aprovechamiento de la Inteligencia Artificial (IA) para impulsar la digitalización. En 2028, la adopción de la IA culminará con más del 50% de los recursos de computación en la nube dedicados a cargas de trabajo de IA, frente a menos del 10% en 2023. La integración de la IA y el Machine Learning (ML) en las operaciones empresariales está marcando una era transformadora. Sin embargo, la gestión manual de recursos y seguridad en múltiples nubes es insostenible, por lo que la automatización y la IA/ML se perfilan como soluciones para mejorar la eficiencia operativa y la seguridad.
La protección de datos críticos en el perímetro de la red también está tomando relevancia, con predicciones que indican que el 25% de las redes periféricas se verán vulneradas en 2025. Las empresas deben asegurarse de cumplir la normativa y mitigar los riesgos relacionados con violaciones de datos, mediante la implementación de mecanismos de defensa proactivos.
La modernización de la infraestructura, por su parte, debe adaptarse al ecosistema digital. Para 2028, se espera que el 70% de las cargas de trabajo se ejecuten en un entorno de nube. Las empresas deben implementar estrategias multicloud que distribuyan datos y aplicaciones en diferentes proveedores y regiones geográficas, cumpliendo con los requisitos de soberanía de datos y protegiendo la información sensible mediante técnicas de encriptación.
Finalmente, la automatización en la gestión de la conectividad es crucial. Según IDC, el 90% de las organizaciones españolas se inclinan por una infraestructura multicloud. Adopciones de tecnologías avanzadas, como las plataformas de conectividad en la nube automatizables, permiten un control y flexibilidad total, accediendo a diversos proveedores desde una única plataforma y optimizando soluciones de conectividad según las necesidades específicas.
En resumen, la tecnología y la conectividad están transformando el panorama empresarial. Navegar exitosamente en este entorno requiere no solo adoptar tecnologías avanzadas, sino también una gestión eficiente y estratégica, aprovechando la experiencia de líderes en conectividad y seguridad.