La Unión Europea (UE) está considerando un plan para flexibilizar sus estrictas normas fiscales con el objetivo de permitir a los países miembros aumentar sus inversiones en defensa y seguridad. Esta iniciativa surge en respuesta a las crecientes demandas de fortalecer las capacidades defensivas dentro del bloque, en un contexto global cada vez más incierto y desafiante. La propuesta busca otorgar a los Estados miembros mayor margen presupuestario, sin las restricciones habituales, para que puedan mejorar sus infraestructuras de defensa, modernizar su tecnología militar y coordinar mejor los esfuerzos de seguridad colectiva.
Este plan representa un cambio significativo en la tradicional política fiscal de la UE, que ha priorizado la contención del gasto y el cumplimiento de metas fiscales estrictas. La intención es proporcionar un marco más flexible que permita a los países responder eficazmente a las nuevas prioridades estratégicas sin comprometer su estabilidad económica. La iniciativa, sin embargo, plantea debates en torno a la sostenibilidad fiscal a largo plazo y el equilibrio entre inversión en defensa y otras áreas críticas como salud y educación. La propuesta está en discusión y se espera que los líderes europeos la debatan en profundidad en los próximos encuentros del bloque.
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