La ministra Loretta Ortiz enfrenta un desafío titánico en la elección judicial, que ha afectado incluso su salud, al intentar conciliar su campaña con sus obligaciones en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Ortiz, reconocida jurista y fundadora de Morena, aspira a ser la presidenta de la nueva corte, una responsabilidad que iniciará con 8,000 asuntos pendientes. Durante su campaña, ha recorrido el país explicando la importancia de la elección, a pesar de la limitada promoción electoral permitida. Ortiz, quien siempre soñó con ser ministra, busca no solo dirigir la corte sino también implementar cambios estructurales, como un año de prácticas para los abogados, similar a las residencias médicas, para ofrecer asistencia jurídica gratuita.
En medio de este proceso electoral, Ortiz ha reflexionado sobre la reforma judicial, admitiendo que, aunque es significativa, no representa la propuesta que ella habría formulado. Destaca la creación de un tribunal de disciplina como un avance crucial, pero critica la falta de refuerzos en áreas como la mediación obligatoria. La cercanía de Ortiz con el partido Morena y con el presidente Andrés Manuel López Obrador le ha brindado oportunidades, pero también complejidades en la campaña, donde el desconocimiento de los votantes sobre los candidatos es un desafío que espera corregir en futuras elecciones. A pesar de los retos, Ortiz permanece optimista sobre la capacidad del nuevo poder judicial para superar al anterior, gracias a su experiencia y preparación rigurosa.
Leer noticia completa en El Pais.