El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha intensificado su defensa de la polémica reforma judicial en medio de las críticas, rechazando la intervención del embajador estadounidense Ken Salazar y de medios internacionales. La reforma, que propone la elección popular de jueces, enfrenta alegaciones de que podría facilitar la corrupción y la influencia de cárteles. López Obrador ha reafirmado la soberanía mexicana y ha sostenido que la mayoría de la población respalda la medida. Además, ha criticado a los medios, como The Washington Post, por lo que considera una campaña en su contra impulsada por intereses oligarcas. La propuesta se debatirá en la Cámara de Diputados, con la expectativa de que el bloque oficialista logre la mayoría necesaria para su aprobación en la próxima Legislatura.
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