El icónico almacén de lujo Harrods, conocido por su glamur y exclusividad, ha sido envuelto en un escándalo tras una investigación de la BBC que lo ha transformado de símbolo del lujo a epicentro de graves acusaciones de abuso. Los testimonios de docenas de mujeres que trabajaron allí acusan al expropietario Mohamed Al Fayed de haberlas acosado, violado o agredido sexualmente durante su gestión. Además, las denuncias señalan que otros empleados facilitaron y encubrieron estos delitos. Harrods, actualmente bajo propiedad del fondo estatal de inversiones de Qatar, ha condenado las acciones del fallecido magnate y ha ofrecido disculpas a las víctimas, invitándolas a contacto para llegar a compensaciones financieras y prometiendo investigar si hay cómplices de aquellas épocas aún en plantilla.
La revelación del documental «Predador en Harrods» ha causado un gran impacto en Inglaterra y podría extenderse a Francia, donde Al Fayed también tenía propiedades. Desde su emisión, unas 200 mujeres han contactado con la plataforma legal «Justicia para Supervivientes de Harrods» y unas 60 serán representadas en un pleito contra los actuales propietarios del almacén. Esta serie de acusaciones y la investigación previa por un periodista freelance que destapó el caso subrayan la profundidad del escándalo. Sophia, una de las víctimas, junto con otras mujeres, han decidido hablar para corregir la imagen pública de Al Fayed presentada en medios como la serie «The Crown». Harrods ha reconocido sus fallos y ha instado a las afectadas a denunciar cualquier complicidad aún presente en la empresa.
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