En una reciente comparecencia judicial, Claudia Montes, conocida por su vínculo con el exministro José Luis Ábalos, reveló que consiguió un puesto gracias a su intervención y al apoyo de Koldo García. Montes explicó durante su declaración que García, reconocido por su cercanía con Ábalos, jugó un papel crucial en el proceso de contratación que le permitió ingresar a una posición privilegiada. La confesión ha reavivado el debate sobre las prácticas de nepotismo en la política española, generando un nuevo foco de atención sobre las acciones del exministro.
La confesión de Montes no solo es un golpe para la reputación de Ábalos, sino que también ha intensificado el escrutinio público y judicial sobre sus relaciones y manejos administrativos durante su tiempo en el gobierno. La revelación ha levantado cuestionamientos sobre la extensión de las redes de influencia dentro del ámbito político, y ha suscitado llamados entre la oposición y diversas organizaciones para una revisión más minuciosa de los procedimientos de contratación pública. Las implicaciones políticas podrían ser significativas, afectando la esfera pública en un momento delicado para el panorama político nacional.
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