La capibara, reconocida como el roedor más grande del mundo, ha transcendido su perfil de animal tranquilo y sociable para convertirse en un icono cultural global. Su serenidad ha sido ampliamente celebrada en memes y vídeos virales, consolidando una «fiebre capibara» que ahora se refleja en una vasta gama de merchandising. Desde Japón, donde la figura de Kapibarasan inició el fenómeno en los años 2000, hasta la popularización mundial tras la canción «Capibara» de Alexéi Pluzhnikov, su imagen kawaii ahora adorna peluches, calcetines y mochilas, y en su esencia, representa un símbolo de calma en la agitación cotidiana.
El impacto de la capibara supera el ámbito digital, convirtiéndola en una declaración de resistencia y tranquilidad. Este simbolismo aflora no solo en vídeos virales, sino también en una diversidad de productos que buscan conectar emocionalmente con aquellos que valoran la autenticidad en un mundo acelerado. Desde luces nocturnas de silicona suave hasta sets de papelería temáticos, el merchandising inspirado en este apacible animal se ha integrado en el día a día, proporcionando serenidad visual y táctil. La capibara, hoy en día, representa no solo un icono de ternura, sino también un recordatorio de que en medio del caos, la calma auténtica sigue siendo valiosa.
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