La situación de Dani Olmo con el Barcelona se ha vuelto extremadamente complicada, afectando la dinámica del club y del jugador, quien ha sido una pieza clave en la selección española y durante la pasada Eurocopa bajo la batuta de Luis de la Fuente. Olmo, contratado por el Barça por 60 millones de euros el último verano, no ha sido inscrito para la segunda parte de la temporada, según el reglamento de la Liga y la Federación Española de Fútbol. Esta situación es aún más compleja ya que su ficha ha sido cancelada, dejando a Olmo en un limbo donde aunque oficialmente forma parte del plantel, no puede disputar encuentros de liga. La Liga ya ha confirmado que ni Dani Olmo ni Pau Víctor están en la lista de licencias activas, en contraste con otros jugadores como Christensen, quien sí ha sido reintegrado tras una lesión.
Ante esta situación, el Barcelona intentó remediar el problema solicitando a la Federación una nueva licencia para Olmo y Víctor, tratando de posicionarlos como nuevos fichajes de verano. No obstante, sin el capital necesario para formalizar la inscripción –una suma ligada a ingresos previstos por los palcos VIP del nuevo Camp Nou–, la Liga, encabezada por Javier Tebas, no ha permitido que se otorgue tal excepción. Sin una ficha federativa efectiva para la continuación de la temporada, el futuro de Olmo es incierto, y aunque sigue ligado contractualmente a Barcelona hasta 2030 con una cláusula de rescisión de 500 millones de euros, podría quedar libre para negociar con otros clubes, dependiendo de las decisiones que tomen. A partir de enero, el Barcelona se enfrenta a la dificultad de gestionar su plantilla sin la participación de Olmo en la Liga, mientras que el jugador debe evaluar sus opciones en un panorama marcado por la incertidumbre.
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