En los últimos días, Podemos ha intensificado sus críticas hacia el Gobierno español, centrándose en dos puntos clave: el reciente pacto con el partido independentista Junts y el incremento del gasto militar. La formación morada, caracterizada por su postura progresista, ha acusado al Ejecutivo de Pedro Sánchez de alejarse de los valores feministas e igualitarios, argumentando que el acuerdo con Junts compromete principios fundamentales en favor de una estabilidad política temporal. Esta postura se enmarca en un contexto de tensiones crecientes dentro de la coalición gubernamental, donde Podemos ha usado el discurso feminista para destacar lo que consideran una traición a sus bases y a la agenda social.
A su vez, el aumento en el gasto militar aprobado por el Gobierno ha sido otro foco de controversia. Podemos sostiene que estos recursos deberían destinarse a políticas sociales, insistiendo en que la inversión en educación, salud y, especialmente, igualdad de género son prioritarias para garantizar un avance real del país. Al recuperar el feminismo como estandarte de su crítica, el partido busca no solo desafiar decisiones gubernamentales recientes, sino también reafirmar su identidad política y compromiso con ciertos sectores de su electorado. Este enfrentamiento reaviva la tensión en el seno del Gobierno, haciendo eco de las divisiones internas que han marcado la vida política española en los últimos años.
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