El fin del soporte para Windows 10, programado para 2025, ha puesto en jaque a muchos usuarios que ahora se enfrentan al dilema de cuál será su próximo sistema operativo. Aunque Windows 11 ya está disponible, su aceptación ha sido desigual. La comunidad ha criticado sus problemas de rendimiento, la integración forzosa con servicios de Microsoft y las preocupaciones sobre privacidad. En este escenario, Linux surge como una opción cada vez más atractiva para quienes buscan mayor control sobre su entorno digital.
Comparado con el problemático Windows Vista, Windows 11 ha despertado controversia. En lugar de aportar mejoras, ha incrementado las restricciones y la dependencia de la nube, priorizando la recopilación de datos sobre la experiencia del usuario. Esto ha dejado a muchos preguntándose si realmente representa un avance tecnológico.
Linux, tradicionalmente considerado un sistema para expertos, ha experimentado una transformación significativa. Distribuciones como Linux Mint ofrecen una interfaz amigable que recuerda a Windows 7, haciendo la transición sencilla incluso para usuarios sin experiencia técnica. Instalar aplicaciones en Linux es tan fácil como en un dispositivo móvil, simplificando las tareas cotidianas.
Para aquellos que dependen de Microsoft Office, la transición a Linux no significa abandonar estas herramientas esenciales. La versión web de Office 365 es accesible desde cualquier navegador, mientras que alternativas gratuitas como LibreOffice y WPS Office proporcionan compatibilidad con los formatos de Microsoft.
El ámbito del entretenimiento tampoco se queda atrás. Steam ha expandido su catálogo de juegos compatibles con Linux, y servicios en la nube como Xbox Game Pass permiten disfrutar de una amplia gama de títulos. En cuanto a la navegación y el correo electrónico, Linux ofrece opciones como Firefox, Chrome y Thunderbird.
Uno de los mayores atractivos de Linux es su seguridad. Su diseño robusto lo hace resistente a la mayoría de los virus y amenazas que afectan a Windows. Además, es ideal para maximizar el uso de hardware antiguo, reviviendo equipos con especificaciones modestas que ya no soportan Windows 11.
Para quienes buscan PC con Linux preinstalado, marcas como Dell y Lenovo ofrecen modelos con Ubuntu. Empresas especializadas como System76 y Slimbook también proporcionan soluciones optimizadas para Linux, facilitando aún más su adopción.
Con el inminente fin de soporte de Windows 10 y las críticas hacia Windows 11, Linux destaca como una alternativa viable y atractiva. Su seguridad, libertad y compatibilidad con gran diversidad de hardware son ventajas irrefutables. Probar Linux Mint en un equipo de prueba podría ser el primer paso hacia una experiencia informática más personalizada y eficiente. En un mundo donde las tecnologías cambian tan rápidamente, Linux reafirma que la estabilidad y la libertad de elección no tienen por qué tener fecha de caducidad.
