LinkedIn, la red social profesional perteneciente a Microsoft, ha adoptado una política controversial de recopilación de datos para entrenar sus modelos de inteligencia artificial (IA), excluyendo a los usuarios europeos de esta práctica.
En un giro que subraya la relevancia de las normativas de protección de datos, los usuarios de LinkedIn en la Unión Europea, el Espacio Económico Europeo y Suiza están exentos de esta nueva medida. Esta exclusión se debe a las sólidas leyes de privacidad en estas regiones, que ofrecen una mayor protección a los datos personales de los ciudadanos.
Mientras tanto, los usuarios estadounidenses de LinkedIn han descubierto que la plataforma los ha incluido automáticamente en un programa de «donación» de datos para el entrenamiento de modelos de IA. Esta decisión se ejecutó sin notificación previa y sin actualización de la política de privacidad de la empresa, lo que ha generado críticas por la falta de transparencia.
LinkedIn sostiene que estos datos se emplearán para mejorar funciones como su asistente de escritura de IA y las recomendaciones de publicaciones. No obstante, la empresa no ha proporcionado detalles sobre el destino de los datos ya recopilados ni sobre el entrenamiento realizado hasta la fecha.
Esta práctica de LinkedIn es parte de una preocupante tendencia en el sector tecnológico. Recientemente, Meta admitió haber estado recopilando datos públicos de usuarios de Facebook e Instagram desde 2007 para entrenar sus modelos de IA, también sin consentimiento explícito.
El caso de LinkedIn destaca la creciente brecha entre las prácticas de privacidad en Europa y Estados Unidos. Mientras que los usuarios europeos gozan de mayor protección gracias al Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), los usuarios estadounidenses se enfrentan a políticas de privacidad más laxas y a menudo confusas.
Esta situación plantea importantes cuestiones sobre el consentimiento informado y el control de los usuarios sobre sus datos personales en la era de la IA. También subraya la necesidad de una mayor armonización global en las regulaciones de protección de datos para garantizar que todos los usuarios, independientemente de su ubicación, tengan control sobre cómo se utilizan sus datos personales.