La ausencia del líder supremo de Irán, Alí Jamenei, durante un reciente conflicto ha generado especulaciones sobre su paradero, especialmente porque se le considera la figura central con la última palabra en todos los asuntos del Estado. Según diversas fuentes, Jamenei habría estado en reclusión en un búnker, lo que dejó a la nación sin su dirección visible en un momento crucial. Esta situación desató una oleada de inquietud entre los ciudadanos y funcionarios, que veían necesaria su figura en las decisiones más críticas durante la crisis.
El prolongado silencio de Jamenei también abrió el debate sobre la estabilidad del liderazgo en Irán y sus implicaciones para la política interna y externa. Mientras el país enfrentaba tensiones crecientes, muchos se preguntaban quién estaba tomando las decisiones en su ausencia. La reclusión del líder supremo en un búnker es una señal preocupante, pues su figura es vista como un bastión de poder y estabilidad en una nación marcada por complejas dinámicas políticas.
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