El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, enfrenta crecientes cuestionamientos sobre su estado cognitivo tras una serie de lapsus evidentes en sus últimos mítines. A pesar de haber criticado duramente el estado de salud del presidente Joe Biden por ser demasiado mayor y olvidadizo, Trump ahora se encuentra bajo el escrutinio de los medios y el público por confusiones frecuentes durante sus discursos. Las situaciones han incluido el error de referirse al cantante Nicky Jam en términos incorrectos y la invocación del fallecido presentador Johnny Carson en un evento. Estos episodios han suscitado dudas sobre su capacidad para seguir dirigiendo una campaña electoral exitosa, justo cuando se acerca la fecha de las elecciones. A pesar de las críticas, el equipo de campaña del expresidente insiste en que él permanece mentalmente apto, aunque se ha negado a publicar los informes médicos prometidos.
El análisis del “New York Times” revela un incremento en la duración y la negatividad de los discursos de Trump, señalando un posible signo de envejecimiento cognitivo. Mientras tanto, la narrativa en torno a la edad de los candidatos se reafirma en el ámbito electoral norteamericano, evocando episodios pasados, como las críticas de Barack Obama a John McCain por su falta de habilidades tecnológicas, o el ingenioso comentario de Ronald Reagan sobre su edad en un debate electoral con Walter Mondale. La constante presión y exigencia de una campaña presidencial pueden explicar en parte estos deslices, pero los medios continúan documentando las más de 110 instancias de comportamiento errático de Trump, entresacando la falta de transparencia sobre sus registros de salud. En un contexto político donde la edad se convierte en un factor de peso, la predicción de la republicana Nikki Haley resuena: el partido que retire a un candidato mayor podría tener la ventaja en las próximas elecciones.
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