LibreOffice ha experimentado un notable repunte en su popularidad, alcanzando un récord de más de un millón de descargas semanales tras el lanzamiento de su versión 25.2. Este fenómeno no es aislado, sino parte de un movimiento más amplio en el que usuarios y empresas buscan desmarcarse de los modelos de suscripción y las dependencias en la nube, promovidas por gigantes tecnológicos como Microsoft y Google.
El descontento hacia los modelos de suscripción ha sido un motor significativo detrás de este cambio. Con herramientas como Microsoft 365 y Google Docs, que han eliminado paulatinamente las opciones de compra única, los usuarios se sienten forzados a aceptar pagos periódicos obligatorios. «Los clientes que desean mantener sus sistemas de manera local están migrando a opciones más abiertas», señala Jason Wong, vicepresidente y analista de Gartner. Esta migración no solo busca la reducción de costes, sino también preservar la privacidad y la soberanía tecnológica de los usuarios.
El modelo de suscripción, si bien ofrece acceso a actualizaciones constantes del software, a menudo resulta en un desembolso acumulativo que puede ser mayor a largo plazo. Esta realidad ha llevado a muchas empresas y entidades gubernamentales a buscar independencia de las grandes corporaciones, optando por soluciones de código abierto como LibreOffice.
Para responder a esta transición, The Document Foundation ha implementado una estrategia que complementa su tradicional Community Edition con opciones dirigidas específicamente a entornos corporativos y gubernamentales. Estas incluyen soporte técnico y formación especializada, elementos esenciales para facilitar la transición a estas plataformas en entornos profesionales. Un ejemplo notable es la adopción de LibreOffice por parte del estado alemán de Schleswig-Holstein, que ha migrado más de 30,000 equipos de Microsoft Office a esta suite de código abierto.
Esta tendencia no se limita a las suites ofimáticas. Alternativas a los modelos de software como servicio (SaaS) están ganando popularidad en varios frentes, desafiando a gigantes como Adobe que se han enfocado en modelos de suscripción. Herramientas como GIMP y DaVinci Resolve proporcionan opciones robustas y accesibles, permitiendo a los usuarios mantener el control sobre su software y datos.
Otro aspecto que impulsa la adopción de LibreOffice es la creciente preocupación sobre la integración de la inteligencia artificial en el software de oficina. The Document Foundation, aunque no tiene planes de integrar IA nativamente, fomenta el desarrollo de extensiones que incorporen esta tecnología de manera responsable, reflejando un compromiso con la autonomía de los usuarios.
Mientras el 85% de los usuarios de LibreOffice se encuentra en Windows, sigue siendo difícil cuantificar su uso en Linux debido a su inclusión en muchas distribuciones de manera predeterminada. Sin embargo, este crecimiento refuerza la tendencia hacia la independencia tecnológica y la adopción de herramientas de código abierto como soluciones viables y preferidas frente a los modelos de negocio dominantes de la industria.
El éxito de LibreOffice y otras alternativas muestran un cambio tangible en la mentalidad corporativa y gubernamental, priorizando la autonomía, la privacidad y la eliminación de costos recurrentes. A medida que este movimiento continúa ganando impulso, el futuro del software libre se ve cada vez más prometedor, ofreciendo soluciones flexibles y accesibles para un mundo cada vez más consciente de la tecnología y la privacidad.