Los residentes de un barrio en Madrid expresan su preocupación ante la posibilidad de que se reanude la venta de drogas en su vecindario. La inquietud surge después de que varios individuos, anteriormente implicados en actividades ilícitas, fueron avistados cerca de la zona. Pese a que existe una prohibición legal que les impide acercarse a esa área, los vecinos temen que las medidas no sean suficientemente estrictas y que el tráfico de estupefacientes vuelva a afectar la tranquilidad y seguridad del barrio.
En respuesta a estos temores, algunos habitantes han comenzado a organizarse para vigilar de cerca la situación y colaborar con las autoridades. Sin embargo, la sensación de inseguridad persiste, alimentada por la desconfianza en el cumplimiento efectivo de las restricciones legales. Las asociaciones de vecinos han solicitado mayor presencia policial y la implementación de medidas adicionales para asegurar que las personas involucradas en la venta de drogas no puedan operar nuevamente en la zona.
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