En una operación contra la trata de personas en Madrid, la policía ha desmantelado una red de explotación sexual que controlaba a sus víctimas a través de un sofisticado sistema de cámaras de videovigilancia. La investigación reveló que el operativo estaba dirigido por un grupo de mujeres que no solo vigilaban a las víctimas, sino que también se encargaban de proporcionar drogas a los clientes que las solicitaban. Esta organización delictiva, que operaba en varios locales del centro de la ciudad, mantenía a las mujeres en condiciones de semiesclavitud, obligándolas a trabajar largas horas bajo vigilancia constante.
Las autoridades han destacado la complejidad y el grado de control que ejercía la red sobre las víctimas, quienes eran manipuladas y explotadas de manera sistemática. La operación culminó con múltiples arrestos y el rescate de varias mujeres que ahora están recibiendo asistencia y protección. Este caso subraya el creciente problema de la trata de personas en la región y el uso de tecnologías avanzadas para facilitar estos crímenes, lo que representa un desafío significativo para las fuerzas del orden en su lucha por combatir este tipo de delitos.
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