Liam Payne, conocido por ser miembro destacado de la banda One Direction, falleció trágicamente a los 31 años tras caer desde el balcón de un hotel en Buenos Aires el pasado 16 de octubre. Las autoridades sugieren que el incidente pudo estar relacionado con el consumo de alcohol y drogas. Tras su muerte, se ha revelado que Payne dejó un patrimonio total de 24 millones de libras (aproximadamente 28 millones de euros), que será administrado por su exesposa, Cheryl Tweedy, quien es madre de su hijo, Bear. Además, los documentos judiciales indican que es probable que la fortuna se coloque en un fideicomiso para asegurar el futuro del pequeño, conforme a las leyes de sucesión intestada del Reino Unido.
En una resolución casi inevitable debido a dichas leyes, su novia al momento de su muerte, Kate Cassidy, no tendría derechos sobre el patrimonio del cantante, a pesar de haber revelado sus planes de matrimonio poco después del trágico suceso. Cheryl Tweedy, a sus 41 años, ha sido designada como la representante legal de Bear, junto a Richard Bray, un abogado musical con amplia experiencia en la representación de personalidades de la industria. Esta disposición asegura que el legado del artista sea custodiado en beneficio de su hijo, manteniendo estrechos lazos familiares a cargo de su exesposa.
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