La Universidad de Pensilvania ha decidido vetar a las atletas transgénero en sus equipos femeninos, una medida que surge en el contexto de una investigación impulsada por el Gobierno de Donald Trump sobre las políticas de género en el deporte. Esta resolución se da tras la controversia generada por Lia Thomas, una nadadora transgénero que rompió récords durante la temporada 2021-2022. La decisión implica la recuperación de títulos que fueron considerados mal otorgados a atletas masculinos, y se alinean con la interpretación del Título IX, que prohíbe la discriminación por sexo en programas educativos que reciben fondos federales.
Además, la Universidad emitió una disculpa a quienes se sintieron perjudicados por las políticas vigentes durante la competencia de Thomas. La secretaria de Educación, Linda McMahon, y ex nadadoras universitarias expresaron su apoyo a la resolución, considerándola una victoria para las mujeres en el deporte. La institución ha actualizado su registro de marcas, indicando que los récords de Thomas han sido reasignados, lo que refleja un cambio significativo en la política atlética que afecta a las deportistas transgénero y su participación en competiciones femeninas.
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